Liverpool es un equipo que, bajo la conducción de José Luis Palma, no solo puso “la casa en orden” sino que se desarrolló deportiva y socialmente aparte de generar una infraestructura envidiable. Pero llegó el momento de poner los pies sobre la tierra y topeó los contratos.
El negriazul tampoco puede escaparle a la realidad y ha debido bajar considerablemente su presupuesto. Los de la Cuchilla, de la temporada pasada a ésta, estiman que su reducción presupuestal alcanzó el 40 %, y que sus sueldos máximos, que rondan ahora los 50.000 pesos uruguayos, son exactamente lo que se pagaba como máximo salario en temporadas anteriores.
Para esta temporada, el equipo de Belvedere tendrá un entrenador debutante en Primera División que será Diego Demarco, el ex futbolista que venía trabajando con éxito en la Séptima División del club.
No solo por el entrenador miró para abajo el conjunto negriazul, sino que también para la conformación del plantel, ya que serán varios los juveniles que salten a escena con la blusa de la cuchilla.
Con ello, los contratos de salario mínimo serán la mayoría en Liverpool, reforzado con jugadores de trayectoria que en ningún caso tendrán salarios superiores a los 50.000 pesos uruguayos.
Pese a la administración Palma, que regularmente recurrió a recursos extraordinarios con el esfuerzo de dirigentes, Liverpool sabe que "sólo de la venta de futbolistas" puede vivir un equipo de nuestro fútbol como manifestó un activo liverpoolense.
"La plata de la televisión da para pagar 6 o 7 salarios mínimos, mientras que los ingresos por entradas y cuota sociales son casi meramente nominales", agregó.
