LIVERPOOL 2
PEÑAROL 1
CANCHA: Estadio Centenario. ÁRBITRO: Carlos Aguirregaray. ASISTENTES: Carlos Pastorino y Álvaro Díaz.
LIVERPOOL: Matías Castro; Nicolás Correa, Juan Álvez, Carlos Santucho (64' Gustavo Varela); Eduardo Aranda, Carlos Macchi, Andrés Rodales, Sebastián Vázquez (45' Julián Lalinde), Paulo Pezzolano; Marcelo Tejera (82' Paolo Patritti); Elías Figueroa. DT: Eduardo Favaro. SUPL.: L. de Agustini, M. Lucas, M. Acosta y M. Díaz.
PEÑAROL: Sebastián Sosa; Danilo Asconeguy, Gerardo Alcoba, Ignacio Ithurralde, Darío Rodríguez, Maximiliano Bajter, Julio Mozzo, Omar Pérez (57' Jonathan Píriz), Richard Núñez (75' Braian Rodríguez); Jonathan Ramis y Gastón Ramírez (69' Ignacio Medina). DT: Julio Ribas. SUPL: G. Noguera, N. Rotundo, M. Lombardi y F. Correa.
ROJA: 54' Darío Rodríguez (P).
GOLES: 43' Richard Núñez (P), 73' Julián Lalinde (L), 87' Elías Figueroa (L).
Los racimos negriazules se multiplican en el césped del Centenario. Uno se forma con la figura de Elías Figueroa en el centro, y otro entre varios jugadores más de Liverpool. El propio Figueroa acaba de meter el cabezazo que derrumbó a Peñarol y todos sus compañeros se abrazan entre sí, formando varios grupos. La tarde, para ellos, es toda felicidad. Del otro lado, en cambio, se palpa la bronca de saber que el tren del campeonato quizás no pasará más por Los Aromos, más allá de que la matemática aún le asigne chance de quedarse con el título.
Hubo un antes y un después de la insólita expulsión de Darío Rodríguez. En el antes, un utilitario Peñarol le sacó el máximo rédito a la mejor jugada colectiva que generó: Mozzo tiró la pelota al vacío buscando el pique de Ramis y este hizo el resto, para encontrar a Núñez descuidado en el segundo palo y así sellar el 1-0. En el después, despertó Liverpool y envalen- tonado por la ventaja numérica, cascoteó la resistencia aurinegra, que terminó cediendo cuando Lalinde sacó un derechazo inapelable que se clavó contra un palo. Enseguida se iluminó Ramis y generó dos chances consecutivas: un remate medido por encima del cuerpo de Castro y un derechazo raso y esquinado, pero en ambas ocasiones apareció el manotazo salvador del "1". Y cuando Peñarol intentaba inclinar la cancha con 10 hombres, llegó el desborde de Pezzolano y el testazo goleador de Figueroa, para seguir empujando a Liverpool rumbo a la Liguilla.
En el contexto general del partido, el negriazul tuvo las mejores situaciones y también los mejores actores del espectáculo, pero a pesar de ello, siempre quedará la duda de qué hubiera pasado si los 90 minutos se jugaban 11 contra 11.
